Cale cumple once años y, como es tradición en el pueblo de Samaradó el dragonero Antón la asignará un dragón y le pondrá una prueba: llevarlo a su castillo antes de que la luna alcance su punto álgido. Pero Mondragó no es precisamente lo que Cale esperaba: es demasiado grande, se distrae a cada paso y, para colmo, ¡es incapaz de volar! Con un dragón así...¿cómo conseguirá superar la prueba?
Afortunadamente, Arco, Casi y Mayo, sus mejores amigos, recorrerán con él un trayecto plagado de peligros y aventuras. Juntos, se enfrentarán al diabólico Murda y a los dragones asesinos de su padre, el misterioso alcalde Wickenburg.
A mi me ha gustado mucho porque hay misterios y cosas que quedan por resolver por ejemplo el libro que llebaba Mondragó en la boca misterioso llamado Rídel que hablaba.