Me llamo César, hoy empiezo el nuevo curso en un nuevo colegio. Por eso estoy de muy mal humor. Todos los años me pasa lo mismo, tengo que cambiar de colegio, de compañeros, de profesores, de barrio y, lo que es más grave, de casa. Eso ocurre por culpa de mi padre. No es que sea un bandido perseguido por la política como esos que tienen que cambiar continuamente de ciudad. No, no es eso..., mi padre es escritor. Él dice que es un espíritu inquieto y no puede estar mucho tiempo en le mismo sitio. Por ese motivo, nos quedamos en cada ciudad lo justo para que escriba una novela y luego... ¡Adiós!
-Mi imaginación se atasca -nos explicó un día a mi hermano Javier, a mamá y a mí en un avión-. No soy capaz de escribir dos libros en el mismo sitio. Necesito ver caras nuevas, otros ambientes... Escribe libros para niños, pero yo no he querido leer ninguno. Lo he intentedo algunas veces pero me pongo de tan mal humor que no consigo terminarlos.
A mi me a parecido el libro un poco triste porque César se cambiaba de colegio, de compañeros, de profesores y de barrio. Era la culpa de su padre porque estaba con las políticas y cada vez se estaba cambiando de ciudad y César no se queri a cambiar. Entoces un día César y su hermano fueron a un colegio nuevo y cuando pasaon unos días unos niños que eran los más chulitos del colegio no paraban de meterse con César y con Lucía. Os recomiendo este libro.